viernes, 20 de mayo de 2011

MENSAJE DE SANTA MARIA MADRE DE LA IGLESIA


MENSAJE DE SANTA MARIA MADRE DE LA ISGLESIA 
A JOSE LUIS BELMONTE DE AVELLANEDA ARGENTINA


Hijos, os pregunto, cuántos de vosotros, mis pequeños, en este día siguen sin poder verme, sin sentir mi presencia junto a cada uno, sin recibir mi perfume ni daos cuenta que estoy a su lado y la Llama de Mi Amor envuelve todos vuestros cuerpos; cuántos más me seguiréis negando como vuestra Madre, cuántos más seguiréis apartados de mi morada porque no creéis lo que minuto a minuto lo podéis ya comprobar hasta con vuestras propias miradas, o es que aunque os dais cuenta de mi presencia es tanta la negatividad que lleváis adentro, es tanto lo que podéis perder, que seguiréis gritando que todo es falso. No perdéis nada al ver la verdad, todo lo contrario, ahora estáis perdiendo poder ingresar en mi morada y confesar vuestros pecados de rodillas frente a mi amado Hijo, recibir su Cuerpo y su Sangre, estar en armonía y paz y comenzar a caminar por un mundo diferente al que hasta este momento habéis estado, un mundo gris sin luz, un mundo de egoísmos, odios y rencores, un mundo donde no podéis ver la grandeza de vuestro Padre a través del Hijo y del Espíritu Santo olvidándose que sois todos hermanos y como hermanos tenéis que estar unidos en todo momento, pero aún más en los momentos de terrible dolor.

Por qué siguen atados al ángel desterrado permitiéndole que juegue no tan sólo con vuestros pensamientos y sentimientos sino con vuestras almas, por qué os dejáis arrastrar a las tinieblas, al dolor y al fuego, por qué entregáis una eternidad en el paraíso por unos minutos de poder como muchos de vosotros lo hacéis en la tierra, no podéis comprender que vuestra vida comparada con nuestros tiempos, con lo que os espera, es sólo unos minutos y que si vosotros siguen negando, siguen dando la espalda a la verdad y al amor y vais tras el ángel desterrado sufriréis toda una eternidad porque se adueñará de vuestras almas consumiéndose en el horror más inmenso. Por qué entonces no comenzáis a dar vuestro primer paso que es fundamental para salvar vuestras almas y vivir en eterna unidad y comunión con CRISTO JESÚS, confesar vuestros pecados, por qué no vienen a mi morada y os confesáis con vuestro Pastor, por qué no reciben a mi amado Hijo en el corazón de cada uno de vosotros, por qué no os convierten en verdaderos mensajeros de su amor, de su paz y de su misericordia y derramáis sobre toda la tierra la semilla para que germine y llegue a todos los corazones, más aún a aquellos que se transformaron en rocas, y os convierten en verdaderos hijos e hijas de vuestro Padre y viven en total libertad, y esa libertad la lleváis a lo máximo que es el encuentro, amados hijitos míos, con vuestra presencia en mi morada, en vuestra morada, volviendo a la Casa de vuestro Padre y volviendo a tomar entre vuestras manos el Rosario para orar, para rezar el Santo Rosario por todos vuestros hermanos y por todas las almas del purgatorio; por qué no me regaláis en cada oración una rosa, yo os regalaré la armonía y la paz y os cubriré con mi manto de misericordia e iré siempre a vuestro lado acompañándolos y guiándolos junto a vuestro Ángel por toda la tierra.

Yo os pido y os ruego que nos unamos, pero esa unión tiene que partir desde el corazón de cada uno de vosotros y tiene que formarse en luz porque a través de esa luz comenzaréis a iluminar el sendero de todos aquellos que como vosotros estuvieron perdidos y hoy se encuentran en la oscuridad, al resplandecer sobre toda la tierra la luz volverán a caminar rumbo a ella y es allí donde os daréis cuenta que nunca, amados hijitos, tuvisteis que abandonar la Casa de vuestro amado Padre y tenéis que estar unidos para defender mi morada, que es vuestra morada, de todo ataque, defenderla de los bárbaros que quieren mancharla y destruirla, y cuidar de vuestro PAPA en los tiempos que se aproximan porque, hijitos míos, si no lo hacéis sufriréis mucho y seréis realmente perseguidos por las fuerzas del mal pagando toda una eternidad de dolor y espanto, toda una eternidad de oscuridad y fuego, sin poder ingresar al REINO DE LOS CIELOS.

Os pido cumplid con los SAGRADOS MANDAMIENTOS, cumplid con cada uno de los pedidos que os hago y mirad, amados hijos, cuando estáis orando pero con vuestros corazones y entonces veréis que siempre estamos a vuestro lado y que jamás os dejaremos porque os amamos, porque sois nuestros amados hijitos y porque siempre estaremos para luchar por vuestras almas y no os dejaremos perder en la inmensidad de la oscuridad. Os ruego meditad, como siempre os pido pensad, vosotros podéis razonar, podéis comprender cada una de mis palabras, cada uno de mis mensajes, porque os hablo con palabras sencillas y llenas de pureza y eterno amor que emana mi corazón de Madre de todos vosotros y de mi amada Iglesia. Prestad atención, volved a vuestra Casa y en ella os encontraréis con CRISTO JESÚS por los siglos de los siglos. Amén.

SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA.
18/05/2011                                            11:40 Horas.
CAPITAL FEDERAL – PROVINCIA DE BUENOS AIRES - REPÚBLICA ARGENTINA
Para pedidos de oración de los miembros del Cenáculo SANTA MARÍA MADRE DE LA IGLESIA: www.lavozdesantamaria.com.ar
José Luis Belmonte

No hay comentarios:

Publicar un comentario